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Necesario para promover una educación en la sostenibilidad.

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17 ODS para un mundo mejor.

Un compromiso con la formación y la innovación

Una mejora para nuestro alumnado

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Las acciones de hoy serán la herencia para nuestros hijo/as

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El cambio está en nosotros

martes, 4 de febrero de 2020

30 de enero 2020. Reflexiones en el Día de la Paz.


30 de enero 2020. Reflexiones en el Día de la Paz.

Hace años leí unos versos de Gloria Fuertes sobre la paz. Quise tenerlos conmigo para siempre y los escribí en una página de un libro que dejó huella en mí: “Ética para Amador” de Fernando Savater, un libro escrito por un padre para su hijo con la intención de dejarle la mejor herencia que se puede dar: la confianza en sí mismo y unos valores para la vida.


Gloria Fuertes decía en sus versos… “Tener paz es querer y comprender al amigo, al familiar, al vecino. Tener paz interior es quererte, cuidarte, estar a gusto contigo”. Si no somos capaces de querer a los demás porque no estamos obligados a ello, al menos seamos capaces de comprenderlos. Y cuidémonos, porque nadie va a hacerlo por nosotros.

Vivimos malos tiempos para la Educación, no es una prioridad para la política y nuestros niños y niñas no pueden esperar. El tiempo pasa rápido y necesitan crecer con la complicidad que sus padres y sus maestros deben tener para ayudarles a ser buenas personas, capaces de convivir responsablemente en un mundo lleno de paz.

Porque el mundo en el que convivimos debe ser un mundo de paz a pesar de que los problemas, las diferencias y los desencuentros suelan estar presentes en nuestra vida; hay que aceptar que siempre van a estar ahí para ponernos a prueba, para que demostremos quienes somos y lo que somos capaces de hacer. Lo que no podemos permitir es que los problemas nos paralicen y nos dejen estancados en la falta de comunicación, la indiferencia o el enfado porque todo lo que nos pasa, y más lo malo que lo bueno, tiene que servirnos para aprender.

Todos somos diferentes y únicos, todos tenemos nuestras virtudes y nuestros defectos; tenemos que aceptarnos tal y como somos y tenemos que aceptar a los demás tal y como son. Porque eso es RESPETARNOS, porque sin respeto propio y sin respeto a los demás no hay convivencia sana. Y en la sana convivencia está el secreto de la vida en paz.

La mayoría de nuestros niños son pequeños para comprender todo lo dicho anteriormente, lo cual no nos exime de nuestra responsabilidad para con ellos. Ya decía María Montessori… “Sembrad en los niños ideas buenas, aunque no las entiendan; los años se encargarán de descifrarlas en su entendimiento y de hacerlas florecer en su corazón”.


Es por todo ello que, durante esta semana, hemos realizado actividades de concienciación en torno a los ODS 16 (PAZ, JUSTICIA E INSTITUCIONES SÓLIDAS) Y 17 (ALIANZAS PARA LOGRAR LOS OBJETIVOS) con motivo de la celebración el día 30 de enero del DÍA ESCOLAR DE LA NO VIOLENCIA Y LA PAZ.





Teniendo de fondo una bonita banda sonora, se han emprendido actividades variadas adaptadas a los diferentes niveles (carteles, murales, dibujos,...). Sin embargo, siempre es el acto colectivo en el patio el que más ilusión despierta en el alumnado. Nuestros niños han sido los portavoces de mensajes de paz, esos que deberían retumbar en los corazones de tantas personas egoístas incapaces de ser solidarios con el prójimo, incapaces de comprender que los demás tienen el mismo derecho que uno mismo de gozar de las cosas buenas que la vida nos da, incapaces de proporcionarles el propio bien... A una sola voz, la canción de José Luis Perales “Que canten los niños” fue entonada como himno con el deseo de que, en un futuro no muy lejano, los objetivos de la Agenda 2030 sean, por fin, una realidaddisfrutar en el mundo entero. 




Que así sea.