APRENDIENDO SOBRE LOS ODS EN CASA.

APRENDIENDO SOBRE LOS ODS EN CASA.

15 de Octubre de 2019.

Soy madre de un alumno de 4º de Primaria del colegio “Reyes Católicos”. El pasado lunes 14 de octubre mi hijo, al llegar a casa, me comentó que tenía que realizar un trabajo en grupo sobre qué es el cambio climático y qué acciones se pueden llevar a cabo para combatirlo. Era la primera vez que mi hijo y sus compañeros tenían que hacer un trabajo en equipo de este carácter, por lo que me pareció que mi perspectiva como maestra que soy les podía ayudar; así que propuse a las madres de los demás niños que, si les parecía bien, el trabajo se realizase en mi casa.

Somos conscientes de que las grandes medidas para combatir el cambio climático están lejos de las pequeñas manos de los niños, incluso de las nuestras como adultos. 

Sabemos que la principal responsabilidad en todo este asunto la tienen los políticos y los grandes empresarios que, con su ambición por el dinero y el poder sin fin, vuelven la cara a la dura realidad. Pero esto no nos exime de tomar nuestras propias iniciativas para colaborar, cada uno en lo que pueda, en revertir la salud del planeta en el que vivimos. Intuyendo que en algunos murales las acciones se repetirían (pues nuestros hijos las conocen a través de las páginas de su libro de Sociales en el Tema 1), se me ocurrió que les podía resultar diferente e interesante conocer el compromiso mundial de la ONU con el cambio climático y la valiente labor que la niña sueca Greta Thunberg está llevando a cabo con respecto a esta situación.

Era imposible resumir en el tamaño de una cartulina el denso contenido de este gran problema. También era arriesgado prepararlo todo sin saber si les gustaría, pero la inexperiencia e inseguridad de los niños y la complejidad del asunto me empujó a tomar la iniciativa de hacer el diseño esperando que la ilusión por hacer su primer trabajo en grupo les animase a aceptarlo todo. Mi intención siempre fue ayudarles a entender y darles nuevas experiencias para aprender, lejos del típico pensamiento generalizado “la madre se lo ha hecho todo”. También tenía claro que ellos/as debían terminar su trabajo no solo con la tranquilidad de haberlo hecho, sino con la sensación de que podían aportar su propio granito de arena. Siendo tan pequeños era complicado que lo pudieran entender, pero mis años de docencia y mi intuición de madre me ayudaron a tener la certeza de que bastaría con hacerles una simple foto de recuerdo para conseguirlo. 

Unida a una imagen del logo del compromiso de nuestro colegio con los ODS, un pie de foto que resume inconfundiblemente que TODO LO QUE HAGAMOS TIENE SENTIDO: “mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo”.