Qué
sería de nosotros sin ellos…
Encinta de compromiso aguardaba la tarde, coronada por el
olor a caliente café y teñida de un cárdeno perfecto.
Las arterias del salón de actos de la Casa de Cultura de
nuestra localidad, frías. En lontananza, un escenario expedito que a la postre
se erigiría en testigo excepcional del acontecimiento que, sin precedentes, se
vislumbraría sobre sus tablas.
Profusión de idas y venidas, miradas cómplices que se
cruzaban a la velocidad de la luz, el candor enfrentándose bisoño a la
incomodidad de una cámara y un micrófono, algún despistado transeúnte
preguntando… La calma huyendo sin permiso de nadie, docentes ávidos sin salir
ilesos de la incertidumbre, la palabra en silencio, los últimos retoques a flor
de piel… Los instantes previos quam si de un lienzo costumbrista se tratase,
las prisas flagelando a la armonía, la quimera de ¨unos cuantos¨ hecha
realidad… Así lo percibió este ¨juntapalabras¨.
Al amparo de estos entresijos se aperturaba el pasado 27 de
noviembre la 1ªJornada sobre ¨Los Objetivos de Desarrollo Sostenible¨ por parte
del CEIP “Reyes Católicos” de Bollullos Par del Condado (disculpen mi
ostentación, pero…sí, mi cole, sí, el nuestro).
Y todo comenzó a fluir… Nuestros niños se adueñaron del
vigor y la excelencia ejerciendo ese magisterio inherente a ellos, esa
capacidad para enseñar que, muchas veces, por delante de nuestras retinas
fulgentemente transita sin que nosotros, los adultos, tengamos la capacidad
para percibirlo o quererlo percibir.
Y… dos decenas de corazones, que en la próxima primavera
estrenarán adolescencia, fueron desgranando cada uno de los objetivos de
desarrollo sostenible ante la incredulidad de toda una audiencia (vaya por
delante las gracias hacia ella en mayúsculas) que, perpleja, acunaba en sus
oídos el don de la oratoria hasta el punto de entroncarse de manera definitiva
en cada una de las alocuciones.
Y… unos cuantos más enarbolaron su pancarta tan
cuidadosamente mimada en pro de un mundo mejor… Y otros tantos plasmaron con su
¨torpe¨, pero acaramelada a la vez verborrea, que merecía la pena, que sí, que
no cabía la duda, que había que inmiscuirse en este proyecto por una razón
primordial: el futuro de nuestro planeta y, por ende, el de las generaciones
venideras.
Y… así fue discurriendo el acto, lejos del ¨friquismo¨ y la
incompetencia instalada en esta sociedad (todo el mundo es libre de darse por
aludido), poniendo en valor lo nuclear de todos y tantos buenos propósitos que
allí quedaron expuestos para los anales de nuestra historia.
Y… aparecieron los del teatro, un coro de voces, algún
maestro, llantos en el escenario, los aplausos, alguna nota de humor, ¨el dire¨…
La comunión entre todos los miembros de la Comunidad Educativa, la magia, la
satisfacción, el desahogo…
Y… el trabajo en equipo, el esfuerzo, la recompensa, la
responsabilidad, el respeto, la dedicación, la gratitud, la alegría, la
constancia, la disciplina… Todo un sinfín de valores y emociones.
Y la verdad más pura: nuestra Dida, que desnudó su corazón
para posarlo en los nuestros y en los de todos los presentes.
Un miembro cualquiera de los que componemos esta gran familia
del CEIP Reyes Católicos.
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